Este tramo de la Highway A1 se alejaba ligeramente de la costa y se adentraba en el interior, atravesando Nerong, Buladelah o Topi Topi. Nuestra primera parada del día fue Forster, un pequeño pueblo costero en la zona de los Grandes Lagos con gran afluencia de turistas en temporada alta. El lugar es muy fácil de recorrer. Está conectado con Tuncurry, pueblo hermano, a través de un espectacular puente que cruza el lago. Sus zonas más populares son Second Beach, Bennets Head y la isla de Wallis Point. Aprovechamos la parada para comer algo en Peter Lobby’s, un restaurante que ofrece hamburguesas y pescado fresco del día.
Seguimos nuestro recorrido hasta Port Macquarie, ciudad a medio camino entre Sydney y Brisbane. Situada en la desembocadora del río Hastings, la localidad fue fundada en el siglo XIX y se usó básicamente como centro penitenciario, hasta que bien entrado el siglo XX se llenó de viviendas y comercios locales, convirtiéndose en una atracción turística reconocida. Una curiosidad sobre la ciudad es que existen más de 40 estatuas de koalas repartidas por la ciudad, todas ellas pintadas y decoradas de diferente forma, por lo que es una actividad divertida el ir encontrándolas, aunque siempre puedes hacer trampa y descargar el mapa con las ubicaciones. Otra de las actividades más populares es visitar el Tacking Point Lighthouse o Faro de Port Macquarie, que corona los acantilados de la Reserva Natural Sea Acres, junto a la zona costera de Lighthouse Beach. Desde allí pudimos contemplar la majestuosa puesta de sol australiana.
Nuestro camping se situaba en Bonny Hills, a unos 20 minutos al sur de Port Macquarie, y recibía el nombre de Big4 Bonny Hills Holiday Park. Tal y como hicimos en el resto de campings, reservamos un Ensuite Site para poder tener baño privado. Llegamos bien entrada la noche, así que, como la noche anterior, utilizamos la cocina de la caravana para hacernos la cena. Una ducha relajante después de un día de muchos kilómetros y a dormir.